REGIÓN ANDINA
Esta comprendida por los departamentos de Antioquia, Boyacá, Caldas,
Cundinamarca, Huila, Norte de Santander, Quindío, Risaralda, Santander y
Tolima.
El traje, atuendo o vestuario para los habitantes de esta región y sus tonadas es
simplemente el de los campesinos, a veces se utilizan prendas
típicas como el sombrero jipa, el pañuelo rabuegallo, la camisa cotona o sin cuello,
la ruana de lana o la montera de lana para los climas fríos y la mulera de hilo
para los calidos, el pantalón de manta y las alpargatas en el hombre, sombrero suaza o de tapia pisada, falda de saraza con orillos de vistosos colores, pañolón, blusa de manga larga y bordada o corta al codo, alpargatas blancas con galones negros o cabeza adornada de flores, según
el clima, para la mujer.
A veces se llevan prendas adicionales como el guarniel antioqueño y el machete para el hombre o cestilla para la mujer.
Las mujeres, a raíz de la llegada de los españoles, empezaron a modificar su vestuario típicamente indígena, llamado chircate, cambiándolo por faldas largas, angostas y con pretinas, y como blusa, en tierra caliente, dos pañuelos grandes, uno adelante y otro atrás, anudados a la altura de los hombros y de la cintura.
La “liquira” que usaban las indias como pañoleta anudada en el pecho con un broche de oro, fue sustituida en un principio por un pañolón de flecos, generalmente de color negro o rojo, proveniente de Cundinamarca. Posteriormente se adoptó la “mantilla” española que en vez de flecos tenía un ancho encaje bordado llamado “blonda”.
La falda se fue modificando con el tiempo hasta tener gran colorido y amplitud. Se usaban floreadas o de un solo color, decoradas con randas de tonos encendidos y arabescos. Como falda interior se usaba “la enagua blanca” o pollera confeccionada en tela de Bretaña, recogida en la cintura con una pretina angosta y decorada con un letín ancho bordado en el ruedo que llegaba hasta los tobillos y se veía al bailar bambuco y raja leña.
Cundinamarca, Huila, Norte de Santander, Quindío, Risaralda, Santander y
Tolima.
El traje, atuendo o vestuario para los habitantes de esta región y sus tonadas es
simplemente el de los campesinos, a veces se utilizan prendas
típicas como el sombrero jipa, el pañuelo rabuegallo, la camisa cotona o sin cuello,
la ruana de lana o la montera de lana para los climas fríos y la mulera de hilo
para los calidos, el pantalón de manta y las alpargatas en el hombre, sombrero suaza o de tapia pisada, falda de saraza con orillos de vistosos colores, pañolón, blusa de manga larga y bordada o corta al codo, alpargatas blancas con galones negros o cabeza adornada de flores, según
el clima, para la mujer.
A veces se llevan prendas adicionales como el guarniel antioqueño y el machete para el hombre o cestilla para la mujer.
Las mujeres, a raíz de la llegada de los españoles, empezaron a modificar su vestuario típicamente indígena, llamado chircate, cambiándolo por faldas largas, angostas y con pretinas, y como blusa, en tierra caliente, dos pañuelos grandes, uno adelante y otro atrás, anudados a la altura de los hombros y de la cintura.
La “liquira” que usaban las indias como pañoleta anudada en el pecho con un broche de oro, fue sustituida en un principio por un pañolón de flecos, generalmente de color negro o rojo, proveniente de Cundinamarca. Posteriormente se adoptó la “mantilla” española que en vez de flecos tenía un ancho encaje bordado llamado “blonda”.
La falda se fue modificando con el tiempo hasta tener gran colorido y amplitud. Se usaban floreadas o de un solo color, decoradas con randas de tonos encendidos y arabescos. Como falda interior se usaba “la enagua blanca” o pollera confeccionada en tela de Bretaña, recogida en la cintura con una pretina angosta y decorada con un letín ancho bordado en el ruedo que llegaba hasta los tobillos y se veía al bailar bambuco y raja leña.
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